Queramos admitirlo o no, el COVID se transmite por el aire
Queramos admitirlo o no, el COVID se transmite por el aire
18 nov. 2020

Queramos admitirlo o no, el COVID se transmite por el aire

Desde muchos organismos oficiales nos han trasladado que se controla la infección con distancia de seguridad y correcta higiene. Durante mucho tiempo nos han insistido que, lavándonos las manos y manteniendo una distancia de seguridad de dos metros, estábamos protegidos. Cada vez está más claro que no es suficiente, sobre todo en espacios cerrados.

El nuevo coronavirus permanece suspendido en el aire dentro de los aerosoles durante mucho tiempo (de minutos a horas) y puede viajar por el aire y provocar contagios.

Desde julio pasado expertos nos vienen avisando de que la ruta de transmisión aérea era muy relevante. Numerosos estudios avalan de que puede ser la principal vía de contagio.

Creíamos que sólo estornudando o tosiendo lanzábamos las gotas de Flügge, que no alcanzan más de 2 metros sin caer al suelo, pero también hablando se emiten, por eso hemos asumido erróneamente que dos metros es la distancia de seguridad. A esta distancia el virus “no nos llega” y efectivamente, no llegan los de 5 micras, pero sí otros de diámetro inferior se quedan flotando en el aire.

Durante el invierno las estancias están menos ventiladas y por tanto la concentración de COVID es mayor. Durante meses la OMS no ha considerado que ese podría ser un mecanismo de transmisión relevante y su capacidad de maniobra es lenta. En este momento, debemos fiarnos de la ciencia.

Un grupo de más de doscientos epidemiólogos, médicos, químicos e ingenieros alertaron en junio en una publicación. Se publicó una carta dirigida a las autoridades sanitarias mundiales. Los investigadores y expertos indicaban que la transmisión aérea podía ser mucho más importante de lo que se consideraba. Eran necesarias y urgentes medidas, con la tecnología y las recomendaciones actualizadas.

Sólo si respiramos el aire a través de algún tipo de filtrado, tanto del que habla como del resto, podemos minimizar riesgos. También la ventilación adecuada de las estancias, si bien en invierno la ventilación se complica existen muchos sistemas que pueden ayudar.

El virus se acumula en microgotas suspendidas en el aire. En lugares poco ventilados, diversos estudios confirman que pueden flotar hasta 3 horas, por lo tanto la distancia no es suficiente, incluso usando mascarillas ya que en algún momento de esas 3 horas retiraremos las mascarillas para comer o beber y respiraremos el aire infectado.

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